USOS HERBOLARIOS CONOCIDOS DEL CHAPARRO AMARGO
Nombre científico: Castela erecta Turpin subsp. texana
(Torr. & A. Gray) Cronquist.
Otros nombres comunes: Palo amargoso, Amargoso, Bisbirinda,
Chaparro amargoso, Chaparro, venenillo.
Introducción
Durante muchos
años se ha escrito acerca de la flora medicinal del país; pero, por regla
general, los datos se encuentran dispersos en distintas publicaciones, muchas
de ellas agotadas o sumamente raras, otras se ha escrito sin sustento de
investigación y proliferando en una gran variedad de revistas o libros. Existe
además una gran confusión por los nombres comunes y las localidades de las
plantas, ya que invariablemente un mismo nombre común se puede referir a distintas
especies biológicas. Los conocimientos sobre las plantas utilizadas como
remedios se han ido transmitiendo de generación en generación a través de los
años (Martínez, 1993; González, 1991; 2001;
Jiménez, 2004).
La ciencia
moderna, en lo general, no ha aumentado en mucho los descubrimientos que los
indígenas hicieron hace varios siglos, y se ha concretado a aplicar métodos más
elevados de investigación, comprobando, en multitud de casos, las propiedades
que los indígenas habían encontrado de modo empírico (Martínez, 1993).
Dentro de la flora
del Desierto Chihuahuense, sobresale una especie que desde los antiguos
pobladores se ha venido utilizando con tres fines muy precisos: contra la disentería
amibiana, aumento de la fluidez de la bilis y contra la inflamación de las vías
biliares. Se sabe por datos sobre el territorio, que los indios lo
utilizaban contra las diarreas y las fiebres, en maceraciones y extractos de la
planta para envenenar las puntas de sus flechas. Por lo anterior, este trabajo
pretende realizar una contribución al conocimiento y aplicación sobre el uso de
las plantas y en especial del Chaparro amargo.
Descripción de la especie
La familia
botánica del Chaparro amargo (Simaroubaceae: familia de la Quassia ), incluye
árboles o arbustos espinosos de corteza generalmente amarga, con cavidades
almacenadoras de aceite, con ramas jóvenes densamente pubescentes. Sus hojas
son alternas, rara vez opuestas, flores numerosas y pequeñas. Los frutos en
cápsulas o sámaras y semillas solitarias.
El género Castela
incluye una serie de arbustos espinosos y árboles
pequeños. Estos The castelas are native to the
Americas, especially the tropical regions.son nativos de América,
especialmente en las regiones tropicales. The genus
was named for the French naturalist . El género fue nombrado
en honor del naturalista francés René Richard Louis Castel. La diversidad
del género en el mundo agrupa a unas 11 especies, 4 en México, 1 en el
Altiplano Potosino.
Figura 1. El Chaparro amargo, arbusto espinoso
La
especie que crece en la región, la
Castela erecta,
es un arbusto de entre 0.5
a 2 m
de alto, de corteza muy amarga. Las ramas están dispuestas de forma alterna con
una espina terminal recta, ramas jóvenes con espinas laterales hasta de 4 mm de largo. Las hojas
(Figura 2), se aglomeran en las axilas de las espinas, de ápice agudo y
mucronado (espina), la nervadura principal muy evidente y de color amarillento,
flores anaranjado-rojizas, frutos ovoides rojos y de una semilla.
Distribución geográfica:
El
Chaparro amargo se distribuye desde Texas hasta Oaxaca en México y norte de
Suramérica. En México se encuentra en los estados de Chihuahua, Coahuila,
Durango, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, San Luis Potosí y Tamaulipas.
Ecología:
El
clima donde crece eventualmente esta especie es el clima tropical
semiárido-seco, con lluvias durante la época de cálida del año, y evaporación
intensa, debida a la fuerte luminosidad y baja cantidad de humedad atmosférica
(Cuadro 1) En todo el altiplano crece por elevaciones entre los 1400 hasta 2100 m de altitud, sobre
suelos pobres en materia orgánica; arcillosos, de origen aluvial y coluvial. En
las zonas semiplanas de lomeríos
y bajadas (Figuras 2 y 3), lo hace sobre suelos rocosos y pedregosos de origen
calizo. Forma parte de las comunidades de los bosques de mezquite (mezquitales),
sobre todo en matorrales xerófílos (tipo micrófílos).
ESTACION
|
COORD.
|
ALT.(m)
|
AÑOS
|
P.
(mm)
|
T.
(°C)
|
TIPO
|
CATORCE FF CC
|
23°41´100°53´
|
1820
|
10
|
269.8
|
18.3
|
BS0kw (x´)
|
CEDRAL
|
23°49´100°44´
|
1730
|
20
|
343.9
|
17.5
|
BS0kx´
|
COYOTILLOS
|
23°17´101°12´
|
2200
|
15
|
401.9
|
14.6
|
BS0kw
|
CHARCAS
|
23°08´101°07´
|
2057
|
26
|
356.2
|
17.2
|
BS0kw
|
GUANAME
|
22°52´101°15´
|
1940
|
10
|
462.9
|
16.9
|
BS1kw
|
LA MAROMA
|
23°28´100°59´
|
1940
|
14
|
325.8
|
17.7
|
BS0kw (x´)
|
LA PRESA
|
23°29´100°49´
|
1600
|
15
|
487.1
|
18.6
|
BS0hw (X´)
|
LA REFORMA
|
21°45´101°38´
|
2060
|
12
|
330.7
|
16.2
|
BS1kw
|
VANEGAS
|
23°53´100°57´
|
1730
|
14
|
302.3
|
16.4
|
BS0hx´
|
LA VICTORIA
|
23°37´101°23´
|
2140
|
9
|
295
|
15.6
|
BS0kw (X´)
|
Cuadro 1. Localización y
caracterización climática de algunas estaciones meteorológicas donde crece el
chaparro amargo (Giménez y González, 2011).
Figura 2 y 3. Hábitat natural del Chaparro amargo, en el
Altiplano Potosino
Fenología:
La
floración y fructificación se presenta a lo largo de todo el año, es una planta
de rápido crecimiento, cuyos tejidos se recuperan de manera extraordinaria.
Figura 4. Castela erecta: follaje y
fruto
Etnobotánica (Usos)
Precisar
los usos de una especie con principios medicinales es realmente laborioso, es
necesario repetir minuciosamente las “dosis”, levantar gran cantidad de datos
sobre los usos y principalmente evaluar las dosificaciones para remedio que se
describe. Esto se debe a que existe poca información que se tiene respecto al
uso de la flora silvestre con propiedades medicinales, es de suma importancia
realizar estudios para su llegar a
conocer, formas de uso y aplicaciones, además de precisar las condiciones
ecológicas en que se encuentra cada especie.
A
continuación enumeraremos los usos conocidos, las dosis referidas, partes
usadas, remedios tradicionales, propiedades relevantes, etcétera, de la Castela erecta, arbusto conocido como “Chaparro
amargo”
Las
partes utilizadas de esta planta son: las hojas, corteza, tallo y raíz. Esta
planta, según refiere Martínez (1993), fué estudiada por Nixon (1883) y
posteriormente por otros autores, quienes llamaron la atención sobre su
utilidad en la disentería amibiana.
Por
su parte el autor norteamericano P. Standley (1923), señala que la corteza del
chaparro amargo es astringente (que tiene sustancias que ayudan a cortar la
diarrea) y tiene propiedades tónicas (aumenta el vigor del organismo). Contiene
además una droga, la Castamargina o
amargosina, la castelagenina y la castelina derivadas de las
especies del género Castela, en
México, se usa para tratamientos antiamibianos.
En
diferentes publicaciones se señalan múltiples usos de esta planta, sin embargo,
es necesario el ensayo, probar y comprobar personalmente dichos usos. Con base
en (González, 2015: en prensa), se pueden citar las siguientes:
Propiedades
medicinales y usos tradicionales
Esta planta
contiene clorofila sustancia pécticas, y varios glucósidos (señalados
anteriormente) que le dan el sabor sumamente amargo, una pequeña cantidad de
resina y sales minerales, predominando las sales del potasio, contiene una
corta cantidad de ácido tánico. El uso de el
cocimiento de las hojas y los tallos de la planta tomado en ayunas en la
proporciona del 4 % (unos 250
g de la planta para 1 litro de agua)
descongestiona el hígado, aumenta la fluidez de la bilis, por lo que da buenos
resultados en la inflamación de la vías biliares.
El glucósido substituye con ventajas a la
emetina para combatir la disentería amibiana, en efecto, se ha demostrado que destruye el parásito, tanto en adulto como e n estado de
desarrollo en los quistes que forma en la mucosa intestinal, haciendo
desaparecer los molestos síntomas de la enfermedad, tales como los cólicos,
pujos y las secreciones mucosas y la sanguinolentas de la enterocolitis
disentérica.
Esa destrucción de el parásito impide también
las consecuencias lejanas común en la disentería, tales como la formación de
abscesos hepáticos, el reumatismo o artritis, complicaciones frecuentes en la
disentería y la anemia profunda a que conduce por las hemorragias frecuentes
que origina. Además, el glucósido no
provoca vómitos como la emetina, ni la depresión cardiaca que se observa cuando
se emplea esta última; pudiéndose considerar que la castamargina
está desprovista de toxicidad y por ello puede prescribirse aun a los pequeños
con muy buen éxito. La raíz y el tallo masticados se utilizan para el dolor del
estomago. La infusión se usa para el “empacho” también contra la alta
temperatura, ulceras y para la vista
El uso de cocimiento provoca también cierta
paralización de los movimientos peristálticos intestinales y a disminución de
las secreciones del tubo digestivo, lo que favorece la acción antidiarreica aun en las gastroenteritis que
no son de origen disentérico. También se
utiliza para la alta temperatura, ulceras y para la vista.
A manera de conclusión podemos citar que el uso
de las plantas en la actualidad, se basa muchas veces en “lo que dice la
gente”, sin embargo este colaborador ha comprobado durante los últimos 10 años
la eficacia de esta planta contra las amibas y por ende contra las diarreas,
además de las secreciones biliares. Vivimos en un territorio de proliferación
amibiana, por lo tanto se propone un uso sustentable de la planta. Debemos
comenzar estudios que permitan conocer más sobre su biología, ecología y
distribución. De igual forma, resulta necesario registrar aquellas especies que
han sido aprovechadas tradicionalmente y que pueden formar parte del potencial
vegetal aún no explotado en el Altiplano
Potosino. Es necesario conocer, recopilar y documentar realmente las relaciones
que guardan las plantas con la población humana y que lo poco o mucho que se
conoce sobre los vegetales medicinales no se pierda con la modernidad.
Finalmente
el autor agradece la deferencia a la publicación con el deseo que, desde el
conocimiento y documentación, nos acerquemos con respeto y sensibilidad a
nuestra vegetación natural, a sus usos, utilidades y manejo sustentable, y es
que, como dijo Richard Evans Schultes (1989), considerado el padre de la
etnobotánica que junto con Albert Hofmann autor del libro Plantas de los
Dioses “La protección de los recursos etnobotánicos debe ser considerada
entre los objetivos de máxima prioridad en materia de conservación. Fomentar
esta protección, formar más etnobotánicos capaces de salvaguardar esta herencia
y proveer fondos para los estudios de campo, deben ser metas para los
conservacionistas de las próximas
décadas, de otra forma puede ser demasiado tarde"
Espero sus comentarios sobre este tema en el blogg
Referencias:
Barba, D; M. Croce y M. Cerda.
2003. Plantas Útiles de la Región Semiárida de
Aguascalientes. Universidad Autónoma de Aguascalientes. Primera Edición. Aguascalientes.
235 p.
Correl, D. y M.C. Johnston,
1970. 1979. Manual,of the Vascular Plants of Texas. Austin Texas. 1881 p.
Jiménez, I. 2004. En
Foroughbakhch, R.; T. Torres y M.A. Alvarado (eds.). Las Plantas Útiles de las Zonas Áridas. Tópicos Selectos de
Botánica. Facultad de Ciencias Biológicas (UANL). 245 p.
Giménez, J. y O. González.
2011. Pisos de Vegetación de la Sierra de Catorce, S.L.P. y Territorios
adyacentes (México). Acta Botánica 94:
González, O. 1991. Las Plantas Útiles del Municipio de
Matehuala: Un Estudio Etnobotánico. Ediciones de la FCB-UANL. San Nicolás de Los
Garza, N.L. 200 p.
González, O. 2001. Catálogo Florístico Comentado de la Sierra de Catorce. San
Luis Potosí. XV Congreso Mexicano de Botánica. Querétaro, Qro. México.
Martínez, M. 1993. Las Plantas Medicinales de México.
Ediciones Botas. Séptima Edición. 656 p.
Medina, R. y F. Chiang, 2001. Flora del Valle de Tehuacán-Cuicatlán. SIMAROUBACEAE A. DC. Instituto de Biología. UNAM. 32: 1-5
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